En 2003, el propietario Jörg Geiger fundó su propia fábrica de vinos de frutas: Manufaktur Jörg Geiger. En lugar de optar por los típicos títulos, los vinos llevan nombres de cuento, como "Rosenzauber" (Magia de las rosas) y "Frühlingsduft" (Aroma de primavera). Jörg y su equipo de 20 dedicados empleados trabajan en la región alemana de Swabian Alb con un único objetivo: preservar el valioso paisaje cultural y enorgullecer con ello a sus casi 400 productores y a los propietarios de las fincas locales. La fábrica posee una propiedad de unos 150 kilómetros cuadrados con árboles de entre 15 y 250 años. Los frutos de alta calidad de la empresa se cultivan en parte en este terreno, y en parte son comprados y recogidos por el propio Jörg, que selecciona cuidadosamente los frutos y los convierte en botellas de seductor líquido.